BREVE DESCRIPCIÓN DE LA ALOPECIA AREATA
La alopecia areata es una forma de alopecia no cicatricial de origen autoinmune, puede iniciarse en cualquier momento, tanto en mujeres como en hombres.
CAUSAS
La causa no está aclarada totalmente. Se sabe que la alopecia areata tiene un origen autoinmune, es decir, las defensas del propio organismo atacan a la raíz del pelo produciendo una inflamación que hace que se caiga y no vuelva a crecer hasta que la inflamación cese.
El motivo por el que se desencadena esta reacción inflamatoria es completamente desconocido.
Existen pruebas de que la genética influye en el desarrollo de la alopecia areata. El estrés puede actuar como desencadenante.
Una de las líneas de investigación más interesantes es la relacionada con la microbiota (flora intestinal).
CLÍNICA Y EVOLUCIÓN
Existen muchas formas de alopecia areata. La forma más frecuente es la aparición de áreas sin pelo ovaladas en el cuero cabelludo de forma aislada o poco numerosas.
Cuando el número de placas es muy numeroso podemos decir que la alopecia areata es multifocal. Las formas más graves de alopecia areata producen una pérdida del cabello generalizada, incluso llegando a perder todo el pelo del cuero cabelludo (alopecia areata total ).
En ocasiones también se puede perder el vello de las cejas, las pestañas y del cuerpo (alopecia areata universal).
La evolución de la alopecia areata es imprevisible, puede durar unos pocos meses o muchos años. Al tratarse de un proceso autoinmune, la alopecia puede presentar episodios de mejoría incluso sin tratamiento, pero de la misma forma puede estar “activa” y perderse pelo durante mucho tiempo seguido. En estos casos, el tratamiento podrá conseguir que reaparezca el pelo, pero al ir retirando el tratamiento existe la posibilidad de que se vuelva a perder.
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA ALOPECIA ANDROGÉNICA FEMENINA
Cada vez es más frecuente en nuestra población. Su frecuencia y la extensión de esta alopecia aumenta con la edad, pero cada vez es más frecuente desarrollar alopecia androgénica a edades más jóvenes.
CAUSAS
Al igual que sucede en los hombres, las mujeres con calvicie androgénica tienen una sensibilidad especial a las hormonas sexuales (andrógenos) en la raíz del cabello. Por eso el cabello se hace cada vez más fino progresivamente (lo que se conoce como “miniaturización”) hasta que desaparece y deja zonas despobladas. Sin embargo, en las mujeres las causas de alopecia androgénica son mucho más complejas e incluyen procesos metabólicos y oxidativos que requieren un tratamiento más completo.
SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO
Las primeras señales de alopecia androgénica en las mujeres es notar una pérdida de densidad difusa en la zona más anterior del cabello. Es habitual tener la sensación de que la raya del peinado es más ancha de lo normal. Percibir más caída de cabello no es un signo de alopecia por sí solo, ya que se puede producir en otros procesos como el efluvio telógeno.
Para realizar un diagnóstico precoz, que permita evitar la progresión de la alopecia, se necesita un estudio tricológico en consulta médica mediante la inspección visual y la tricoscopia, una microcámara que permite detectar grados muy iniciales de calvicie. Además este estudio ayuda a descartar otras causas de alopecia femenina no androgénicas, como la alopecia frontal fibrosante y el liquen plano pilar.
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA ALOPECIA FRONTAL FIBROSANTE
La alopecia frontal fibrosante es un tipo de pérdida de cabello de origen autoinmune, es decir, es el propio sistema inmunitario del paciente el que destruye el pelo de forma permanente. La mayoría de las personas que la sufren son mujeres después de la menopausia, pero cada vez es más frecuente en mujeres jóvenes y varones.
SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO
La pérdida de pelo en la alopecia frontal fibrosante comienza en zona más anterior del cabello, justo encima de la frente y a nivel de las patillas. Aquí el pelo se destruye y sustituya por una cicatriz, de tal forma que parece que el cabello retrocede y la frente queda más despejada. Es frecuente que también se pierdan las cejas de forma progresiva. En algunos casos esta pérdida de cabello se acompaña de picor o escozor local, y a veces se puede observar cierto enrojecimiento y descamación en los cabellos afectados. Otras alteraciones que puede producir esta enfermedad son la aparición de pequeñas pápulas faciales (pequeñas irregularidades en la cara, parecidas a un acné leve) y otras alteraciones de la piel de la cara. La pérdida del vello en cualquier localización del cuerpo es también frecuente.
El diagnóstico se puede confirmar en la propia consulta médica con ayuda de la tricoscopia digital. En algunos casos puede ser necesario tomar una biopsia cutánea para hacer un estudio histopatológico.